Los que me conocéis sabéis bien que me encanta descubrir rincones nuevos en mi ciudad y las anécdotas históricas más interesantes.
Hoy he descubierto, casi por casualidad, el Cementerio de la Florida.
Dando un paseo por el Parque del Oeste y casi llegando a la Rosaleda se abre un puerta con una placa que recuerda a los heroes del 2 de mayo de 1808. Se trata de un recinto pequeño que cuenta con una capilla sencilla y cripta donde están enterrados los 43 fusilados del 3 de Mayo tras el alzamiento contra los franceses.
Es un lugar lleno de encanto cuidado por la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos que son los descendientes de esos 43 fusilados. Bueno, realmente se logró identificar a 29 de ellos, del resto se desconocen sus nombres y si tienen descendientes.
Hasta hace unos años, el cementerio se abría sólo los días 2 y 3 de Mayo, celebrándose una misa en honor de los heroes y realmente son los mejores días para visitarlo puesto que cualquier miembro de la sociedad está encantado de contar la historia a los interesados en escucharla. Ahora se puede visitar los sábados y domingos de Mayo y Junio, en horario de 10 a 13.
Es interesante saber que los fusilados eran albañiles, sacerdotes, tenderos...¡sólo había un soldado! Y armados pobremente se alzaron contra la dominación francesa que obviamente, les sacaba mucha ventaja.
El general Murat, francés, seleccionó a dos presos de cada una de las muchas carceles que habían improvisado en Madrid durante esas revueltas y los llevó a la montaña de Príncipe Pío para fusilarlos. A pesar de que el cuadro de Goya representa un paisaje diferente, se cree que el sitio exacto del fusilamiento fue donde actualmente se situa la entrada al teleférico de la Casa de Campo y, desde allí, una congregación religiosa llevo como puedo los cuerpos hasta el cementerio de la Florida, que ya funcionaba como tal para personal al servicio de la casa real.
Os recomiendo esta visita por el Madrid más desconocido.
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