Excursión a Cotos con niños


Este año me he decidido a subir a Cotos con los niños para pasar el día en la nieve y con trineos. Eso a pesar de los comentarios poco motivadores de todos los foros de internet, donde sólo hacen hincapié en los atascos, la falta de sitio en el parking, el precio de los trineos etc.

Así que con toda esa información he organizado el plan al detalle para no volver malhumorada o ni llegar.
La primera decisión, totalmente recomendable, subir en tren. Hay un tren de cercanías que sale desde Cercedilla hasta Cotos, tarda media hora y paisaje es precioso. El tren inicia el recorrido por el centro del pueblo y luego va subiendo la montaña por el bosque, con pinos a los lados, todo llenísimo de nieve, con curvas y con vistas espectaculares.

Advertencias en relación al tren: venden más billetes que plazas sentados, por lo que se recomienda llegar unos 20’ antes a Cercedilla. El parking de Cercedilla también es pequeño, una opción es dejar el coche en Villalba donde el parking es enorme y coger ahí un tren hasta Cercedilla (el billete de Cercedilla a Cotos cubre cualquier otro trayecto previo, cuesta 16€, niños a partir de 6 años mismo precio).
Los horarios del tren ideales para subir son ida a las 11:45 y bajada de Cotos a las 17:00. Sólo hay trenes cada dos horas y si vas con niños te ahorras madrugón y a la tarde el frío que empieza a caer.

Una vez llegas a Cotos en tren, sólo hay que caminar unos 200 metros hasta las laderas donde tirarte en trineo. Es cierto que los trineos se acaban. Mucha gente lleva trineos, comprado antes (y os diría que sale casi al mismo precio que alquilarlo).

La hora de comer es complicada. Ahí hay sólo 2 sitios, la cafetería de la estación que no está mal, son amables y tienen bastante mesas y la Venta Marcelino, que está absolutamente saturada y desbordada (hicimos una cola de 1h para unos bocadillos). La lección aprendida es, bien llevar bocadillos de casa o reservar en Marcelino para una hora concreta. Ídem con la cafetería de la estación.

Después de esta experiencia, si me atrevo a repetir, ¡pero nunca en coche!