Siempre que nos invitan a una boda nos hacemos la pregunta ¿qué me pongo que no me cueste mucho dinero y sea apropiado? Antes de lanzarnos a la compra del vestido perfecto debemos hacer una breve reflexión sobre el tipo de ceremonia –civil o religiosa- , horario –de mañana o de tarde-, sitio de celebración y forma de ser de los novios. El resultado de esas reflexiones ha de ser un esquema sobre qué tipo de atuendo resulta adecuado para la ocasión para no llamar la atención por exceso ni por defecto.
Como regla general, iremos perfectas a una boda de mañana con un vestido de largo a media pierna o justo debajo de la rodilla o un traje de chaqueta vistoso que no tiene por qué ser aburrido (por ejemplo los trajes de chaqueta de Alfredo Villalba resultan muy elegantes y con un toque sexy). Para no desentonar, los colores siempre alegres: rosas, morados y azules ¡nada de utilizar negros para una boda matutina! Y, por último, si la sencillez del conjunto lo admite, podemos completar el look con un tocado o sombrerito (preciosos y discretos los de Mabel Sanz).
Cuando las bodas son por la tarde, se ven, por desgracia, verdaderos atentados al buen gusto... muchas invitadas confunden la ceremonia religiosa con una fiesta en Pachá Ibiza y se disfrazan con vestidos largos y escotes de vértigo que camuflan con el socorrido chal ya tan pasado de moda.
En estos casos la mejor forma de acertar es el vestido de cocktail también en colores alegres aunque por la tarde se admiten tonos más oscuros (muy elegantes los de Amaya Arzuaga, Kina Fernández y más asequibles los de Jota+G, Tribeca y Pluscuamperfecta). Si las temperaturas lo requieren, una chaquetita de punto o piel, bolero discreto o abriguito de terciopelo (horrible eso de ponerse en abrigo con el que vas a la oficina y pretender que pase desapercibido). Por supuesto, ningún accesorio en la cabeza, la melena bien peinada es suficiente.
Si la boda es civil y va seguida de una fiesta, sí que admite el vestirse de largo y más llamativa puesto que, en general, las celebraciones civiles suelen ser menos formales y rígidas en cuanto a protocolo (diferentes los de Charo Azcona).
Finalmente, para dar ese toque de personalidad a nuestro estilo, podemos ser más creativas y combinar alguna pieza especial de tu madre, adornar el vestido con un broche antiguo, o incluir algún accesorio vintage.
3 comentarios:
Ana María, no se pueden subir fotos a tu blog? estaría genial que pudieras ilustrar tus artículos!!
Gracias por el artículo, tomaré nota de algunas de las tiendas que has comentado y que no conozco!
Ana, cúanta razón tienes. Las bodas parecen a veces un desfile de zoombies. En lo que no estoy muy de acuerdo es con lo de los tocados: yo me los he puesto a veces en bodas por la tarde, siempre que no sean muy llamativos... Más crítico me parece el peinado... Cuando vas a una boda, más vale no decirle a la peluquera que vas de boda, puesto qeu en muchos casos lo utilizan como excusa para experimentar los peinados más hortera y esperpénticos que te puedas imaginar.... Melenita peinada normal, con un poco de volumen en su caso, es lo mejor...
Las fotos quedan genial!
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