Este artículo no pretende ser una guía de Turquía sino un conjunto
de pistas para hacer vuestro viaje diferente y disfrutar de pequeñas visitas
que no vienen recogidas en las típicas guías de viaje, yo les llamaría pequeños
descubrimientos.
Café
a las orillas del Bósforo en palacio Dolmabahce
Es una delicia disfrutar de un café expreso (no he podido con el
sabor y los posos del turco) en el café terraza adosado al Palacio Dolmabahce,
con increíbles vistas del Bósforo. A él accedimos fácilmente en el tranvía y
bajándonos en la parada Besiktas, frente al estadio. No es necesario acceder al
recinto del Palacio ni pagar la entrada. El precio, como en el resto de cafés y
restaurantes que hemos conocido en Turquía es irrisorio, el equivalente a 1€, y
las sensaciones mirando a ese mar, los peces en la orilla, disfrutando de la
brisa, del paso de los barcos y del silencio no tiene precio.
Hotel Seven Hills junto a Santa Sofia
La recomendación de este hotel no es por sus habitaciones, es por
su terraza restaurante con excepcionales vistas 360º de Estambul y frente a
Santa Sofia y la Mezquita Azul. Maravillosas. Perfectas para sacar miles de
fotos. Nosotros disfrutamos de una cena en la que lo menos importante fue la
comida (carta un poco rara por cierto) y lo que mas las vistas de la
grandiosidad de Sultanahmet y la inmensidad de la ciudad de Estambul. Los
precios de nuevo muy razonables, cada plato no costaba mas del equivalente a 5-7€
aunque es verdad que no recuerdo que fuera deliciosa.
Colina Camlica en Estambul
Es el punto mas alto de la ciudad, situado en un bonito parque, en
la zona asiática. El principal motivo para subir son lógicamente las vistas y
sobre todo haceros una idea de la enormidad de la ciudad, de más de 18 Millones
de habitantes y gran extensión. El hecho de subir allí el primer día, casi
nuestro primer contacto con la ciudad de Estambul nos hizo entender la
dimensión y la importancia del estrecho del Bósforo, el Cuerno de Oro, el Mar
Mármara y la orografía de la ciudad.
Lo definiría como un sitio divertido, animado, excesivo y auténticamente
turco. Estaba cerca de nuestro hotel y cenamos allí la primera noche. Nos
sorprendió la abundancia de los platos “kebab”, todo estaba muy rico sobre todo
el pan de pita a muy buen precio (5-7€ por plato). Música turca actual, gente
joven y familias.
Esmirna
– Izmir
El evocador nombre de la ciudad costera no se corresponde con las
primeras impresiones. Con mas de 5 Millones de habitantes resulta una ciudad
calurosa y sucia, sin embargo, tiene tres cosas que merece la pena visitar:
Calle Darío Moreno, un cantautor turco muy famoso, al que le
dedican una bonita calle donde nació, colorida de casitas y bares alegres, muchas
plantas y cuidada, que se desemboca en un elevador que salva unos 155 escalones
pero sobre todo ofrece unas vistas espectaculares del estrecho del Bósforo.
Cuenta con una cafetería y un restaurante, en la primera tienen helados,
sorbetes y cafés muy bien servidos y bien de precio. Además son muy amables.
Merece la pena salir de la calle Darío Moreno y caminar por el
Kondor o Paseo Marítimo. Encontrarás pescadores y mucha gente paseando. Casi al
final del Kondor a la derecha se llega a la plaza Konak, muy amplia, la
reconocerás por unos grandes edificios en cuya fachada está la silueta y firma
de Ataturk. En esta plaza se encuentra la Torre del Reloj, me recordó a la
Giralda en pequeño, es coqueta. Y una pequeña mezquita. Se trata de una plaza
muy animada y alegre
Capadoccia
No quiero extenderme en lo maravillosa que es la zona de Capadoccia
porque se puede ver en cualquier foto y guía de viajes. Si que quería
recomendaros que, en el Valle de Göreme merece la pena pagar las entradas
adicionales para visitar las iglesias decoradas del s.XI, son una preciosidad
que no he visto en ningún otro sitio.
Compras
Sinceramente no he sido capaz de encontrar muchas cosas diferentes
o que merecieran la pena en Turquía. La globalización ha causado una invasión
de productos chinos en los bazares, imitaciones y falsificaciones más o menos
bien hechas. Sin embargo, no puedo negar el encanto de los bazares, tanto el de
las especias por su colorido, aspecto tan cuidado y limpio, muy agradable de
visitar y el famoso Gran Bazar, enorme, divertido, alegre, ambos en Estambul.
El único recuerdo que reconozco me ha encantado han sido unos pequeños
cuencos de cerámica pintada de vistosos colores y decorados que me encanta
utilizar para mermeladas, aperitivos y salsas. Muy baratos (entre 1€ y 2€ según
el sitio) y perfectos para regalar.
Cualquier comentario sobre las alfombras o las prendas de cuero desde
mi punto de vista no puede ser positivo ya que ambos productos se venden mas
caros en Turquía que en España…
Y hasta aquí mis pequeños descubrimientos, espero que os resulten
útiles cuando viajéis a Turquía.